En los últimos años, las tarjetas revolving de Carrefour han estado en el centro de la polémica, siendo numerosas las sentencias que han obligado al gigante de la distribución a reembolsar considerables cantidades de dinero a sus clientes debido a la opacidad y las cláusulas abusivas asociadas a dichas tarjetas.
Así, la litigiosidad relacionada contra dicha tarjeta no sólo no decrece, si no que aumenta, y sigue sumando sentencias condenatorias. En este caso, un antiguo cliente del supermercado recurrió a la Audiencia Provincial de Navarra, buscando la imposición de costas relacionadas con el proceso judicial contra este importante actor del mercado de gran superficie.
A pesar de obtener la nulidad en el juzgado, el cliente de Carrefour no quedó satisfecho y presentó un recurso ante la Audiencia Provincial de Navarra, alegando que la entidad evitó atender su requerimiento previo presentado en marzo de 2020 al Servicio de Atención al Cliente de Servicios Financieros del supermercado.
Este requerimiento extraoficial obtuvo respuesta en abril de ese año, donde Carrefour aseguraba que los intereses estaban correctamente facturados y que la comunicación había sido transparente. Sin embargo, el demandante argumentó la existencia de mala fe por parte de la entidad financiera, basándose en el artículo 395 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC), que establece que en caso de allanamiento antes de contestar a la demanda, no se impongan costas, salvo que exista mala fe.
La Audiencia Provincial de Navarra respaldó esta perspectiva, considerando razonable el plazo entre el requerimiento extrajudicial y la interposición de la demanda. En la sentencia 001007/2023, la Audiencia Provincial finalmente estimó el recurso de apelación del cliente, imponiendo las costas de primera instancia a Servicios Financieros Carrefour, EF.C, S.A. Esta decisión subraya la importancia de la transparencia y la buena fe en las relaciones contractuales y destaca la necesidad de abordar las prácticas abusivas en el sector financiero.