En ocasiones, utilizar materiales homologados no es suficiente y se podrá ser igualmente sancionado si se aprecia falta de seguridad
Nuestras mascotas son uno más en la familia, y como tal viajan con nosotros, por ejemplo para irnos de vacaciones. Es un hecho que la concienciación de la sociedad hacia los animales como seres sintientes es generalizada y el trato hacia ellos se ha humanizado en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Sin embargo, ¿por que al viajar en coche algunas personas siguen llevándolos como objetos?
No solo se pone en peligro al animal si no a todos los pasajeros y al resto de usuarios de la vía. Es por ello que la nueva Ley de Tráfico establece sanciones para quienes no cumplan con lo establecido en la norma sobre modo en el que se debe llevar a las mascotas en el coche. Esta ley ha entrado en vigor hoy y sancionará a los conductores con hasta 500 euros si efectivamente se aprecia que dificulta la seguridad propia y la del resto de usuarios de la carretera.
Aunque no se especifica cómo se deben transportar, se sancionará si se aprecia falta de seguridad
Las sanciones vendrán impuestas en base al artículo 18.1 del reglamento que dice: «El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos».
La forma en la que se debe transportar a las mascotas en los vehículos es bastante compleja, por eso desde la Dirección General de Tráfico insisten en la necesidad de seguir las instrucciones específicas que da el organismo porque, en ocasiones, utilizar materiales homologados no es suficiente.
Desde RACE informan de tres métodos para lograr un sistema de retención eficiente. En primer lugar, el arnés, especialmente recomendado para los perros, en segundo lugar, una rejilla divisoria que permita habilitar el maletero para el transporte de animales de gran tamaño y, por último, el transportín, una de las maneras más seguras de llevarlos en el coche.