En el cuerpo del animal se encontraron alrededor de 80 proyectiles de cartucho en diferentes partes del cuerpo
El acusado de abatir un lince ibérico a tiros ha sido condenado a dos años y un día de prisión por un delito contra la flora y fauna en su modalidad de caza de especies en peligro de extinción por el Juzgado de lo Penal de Don Benito (Badajoz). Además de la pena de prisión, se le ha impuesto una inhabilitación especial para cazar durante cuatro años y el pago de una indemnización de 114.158 euros a la Junta de Extremadura por los daños económicos causados por la muerte del lince.
Por otro lado, un trabajador de la finca en la que ocurrieron los hechos ha sido condenado por encubrimiento, con una pena de un año y seis meses de prisión y la inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
La sentencia establece que el acusado disparó intencionalmente al animal cuando éste se acercó a una jaula de reclamo de perdiz macho y que después pidió al trabajador que se deshiciera del cadáver. En el cuerpo del animal se encontraron alrededor de 80 proyectiles de cartucho en diferentes partes del cuerpo.
Acusado de un delito contra la flora y fauna en su modalidad de caza
El delito contra la flora y fauna en su modalidad de caza se encuentra regulado por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Este delito se comete cuando se realiza la caza o pesca de especies que están en peligro de extinción, de manera ilegal o sin las autorizaciones necesarias.
Como hemos visto en este caso, puede conllevar penas de prisión de hasta dos años, así como multas económicas y la suspensión de licencias de caza o pesca. Además, en algunos casos se puede exigir la reparación del daño causado al medio ambiente y la indemnización de los perjuicios económicos ocasionados por la muerte o daño a especies protegidas.
Es importante destacar que en España aparte del lince iberico, existen diversas especies animales y vegetales que están protegidas por la legislación medioambiental, como por ejemplo, el oso pardo, el águila imperial, la tortuga mora, entre otras.
Fuente: Poder Judicial