El abogado, que aseguraba que el trámite era «muy complicado», ha sido condenado a dos años de prisión y dos sin ejercer por un delito continuado de estafa
El Juzgado de lo Penal número 1 de Plasencia ha condenado a un abogado a dos años de prisión por delito continuado de estafa.
El letrado, también ha sido inhabilitado durante dos años para ejercer la profesión de abogado, y deberá reparar el daño causado. La sentencia, que no es firme, podrá ser recurrida en la Audiencia Provincial de Cáceres.
Según informa HOY, el notario solamente cobró 38 euros y 11 céntimos por hacer un testamento de cinco líneas, en un procedimiento rutinario y sumamente sencillo.
Sin embargo el abogado – de 57 años y originario de Madrid – cobró al cliente que le encargó la gestión un total de 4.339 euros.
El abogado fue pidiendo cada vez más dinero
El letrado pidió en un primer momento 150 euros por realizar las gestiones del testamento. A medida que pasaba el tiempo y bajo el pretexto de que era complicado, fue pidiendo cada vez más dinero a su cliente, asegurando que necesitaba una provisión de fondos que este debía ingresarle en su cuenta.
Primero pidió los 150 euros de la minuta, en abril de 2015; pero en mayo pidió otros 700 euros; en julio ya solicitó 2.785 euros; y en septiembre pidió dos veces dinero, que le fue ingresado: una vez 364 euros y otra 340.
1El letrado acusado insistió en que el caso había sido muy complicado y que le había dado mucho trabajo
Confiado, el cliente le realizó sendos ingresos. Primero los ya mencionados 150 de la minuta. Posteriormente otros 700 euros más. A continuación le pagó 2.785, 364, 340 en meses posteriores. Todo ello auspiciado por el letrado que aseguraba que la complejidad del trámite requería de múltiples gastos.
El estafado acudió a otro letrado que demostró la estafa
Asistido por otro letrado, junto con el Ministerio Fiscal, el estafado ha demostrado el delito.
El acto del juicio contó con la testifical del notario, que aseguró que el testamento no revestía ninguna complicación.
Según sus propias palabras, se trataba de «un testamento tipo, el pan nuestro de cada día«.
Por su parte, el letrado acusado, insistió que el caso había sido muy complicado y que le había dado mucho trabajo, declarando que «el notario cobraría 38,11 euros… pero ¿trabajó seis meses? Yo lo tenía todo preparado después de seis meses de trabajo».
El juez, considera que esto no es creíble, vista además la sencillez del testamento. Básicamente un documento tipo, donde el estafado llegaba a su pareja el usufructo vitalicio de sus bienes y nombraba heredera a su hija. Efectivamente un testamento muy habitual entre parejas con hijos.