Si la invasión y el conflicto es corto, las economías europeas podrán capear el temporal. Si se prolonga, la recesión es inevitable
Asistimos incrédulos a un escenario que parece de otro tiempo. En nuestro mundo tecnológico, confortable, donde casi todo puede conseguirse a golpe de click desde el sofá de casa, la invasión y guerra en un país europeo nos parecía imposible. Algo de otra época. Cuando vemos en documentales o en libros de historia como Adolf Hitler invadió Checoslovaquia, nos parece eso, historia. Un mundo pasado, tan alejado de nuestra realidad, que tanto daba compararlo con las invasiones napoleónicas como con las campañas de las legiones Romanas.
Aquella primera invasión del III Reich, se justificó bajo el pretexto de una supuesta legitimidad de Alemania sobre la región de los sudetes con población de origen alemán. Como vemos la historia siempre se repite, mismos argumentos esgrimidos por el Kremlin en relación a la población pro rusa de Ucrania.
Lo cierto es que los últimos discursos de Putin nos retrotraen a los años más oscuros de la Guerra Fría, cuando el mundo aguantaba la respiración bajo la espada de damocles del holocausto nuclear.
Sin duda estamos ante un golpe de realidad, que nos hace ver que no hay que dar nada por sentado, que la democracia, el régimen de libertades y derechos del que hemos disfrutado durante décadas no es una garantía que nos viene dada. Es más frágil de lo que creemos, y hechos como los que están ocurriendo en Ucrania, a las puertas mismas de casa, nos da noción de ello. De momento, ya es inevitable que esta guerra se cobre una víctima que nos toca muy de cerca, la economía.
Rusia puede sumir a Europa en recesión
Tras las últimas sanciones impuestas a la economía rusa, su respuesta no se hará esperar. Vendrá en forma de bloqueo energético, lo cual sumirá a países como Alemania e Italia, muy dependientes del gas ruso, en una profunda recesión, que se extenderá por el resto de la zona euro.
Pero no solo eso. Rusia es una potencia exportadora de materias primas y energía, lo cual conduce inexorablemente a que este conflicto tenga consecuencias económicas mucho más severas que las de cualquier guerra que haya conocido el mundo en los últimos 50 años. Si pensamos en otras contiendas como las de Vietnam, irak o Afganistán, hemos de tener en cuenta que se trataba de países eminentemente agrícolas y subdesarrollados, por lo que podían interferir de una forma mucho más limitada en los mercados mundiales. Evidentemente, es cierto que Irak y Afganistán tuvieron impacto en el mercado de hidrocarburos, pero no dejaban de ser naciones aisladas de los mercados y los flujos de dinero.
Rusia es una superpotencia, y hará caer el flujo económico, además de provocar un aumento sin precedentes del precio de la energía. Eso suponiendo que no corten completamente el suministro de gas y petróleo, lo que directamente sumiría al viejo continente en el caos. Sin duda habría recesión en Europa.
Por otra parte, las restricciones al comercio, tendrán como consecuencia la escasez de materias primas, pues Rusia es el primer productor de muchas de ellas, desde acero a fertilizantes, pasando por cereales, cobre y aluminio. Esto hará que los precios de bienes de consumo aumenten, lo cual para la economía de paises como España, que ya era inflacionaria, puede ser la puntilla.
También es cierto que las consecuencias para Rusia en lo economico tambien serán dramáticas, sobretodo despues de que la Comisión Europea, y EE.UU hayan acordado desconectar a Rusia del sistema Swift, el sistema de comunicación financiero que permite las transferencias a nivel global. El Rublo ya está sufriendo la devaluación y ya pueden verse largas colas de ciudadanos rusos intentando sacar de los cajeros todo lo que pueden.
En conclusión, estamos en un momento decisivo. Si la invasión y el conflicto es corto, las economías europeas podrán capear el temporal. Si se prolonga las consecuencias serán dramáticas e inevitablemente se desencadenará un «invierno nuclear económico», con paro, recortes, inflación disparada y conflictividad social. Habrá recesión en Europa.