RRSS y menores: control parental cuando los padres están separados

Es un hecho que las RRSS y las TICS cada vez entran a formar parte del dia a dia de los menores a edades más tempranas, y la supervisión de los progenitores para un uso responsable se antoja imprescindible. Una supervisión que si se hace desde el consenso y la homogeneidad de criterio será más fácil. Pero, ¿qué ocurre con el control parental cuando los padres están separados?

Es posible que se presenten situaciones en las que uno de ellos haya dado su autorización para el tratamiento de datos personales de su hijo o hija, y el otro no. Por ejemplo, pueden haber otorgado un permiso para que las fotografías o videos tomados en el centro escolar al que asiste el menor sean compartidos y difundidos en las redes sociales del centro. O puede ser que uno de los progenitores haya tomado fotografías durante una actividad extraescolar, como un partido de fútbol o una competición de atletismo, y las haya difundido posteriormente en las redes sociales.

En este caso, el problema se centra en el ejercicio de la potestad parental y en el entendimiento de los progenitores de que deben proteger los datos personales de sus hijos e hijas, su derecho a la propia imagen y a la intimidad. Es importante que no consideren que es una decisión que cada uno pueda tomar mientras tenga al menor bajo su custodia. Es fundamental que se consensúe, tal como se haría en caso de convivencia.

El Plan de Parentalidad debe adaptarse a las nuevos modelos de familia

Las decisiones que adopten respecto al control parental no sólo afectarán a los progenitores, sino a sus nuevas parejas, y también a todos los miembros de la familia (abuelos, tíos, sobrinos, primos, etc).

El derecho de familia es una rama dinámica del derecho cuyos avances están siempre ligados a los cambios sociales que experimentan las familias. Por lo tanto, es responsabilidad del abogado considerar estas situaciones al redactar el plan de parentalidad, que acompaña tanto el convenio regulador en caso de mutuo acuerdo, como los escritos de demanda y contestación en caso de proceso contencioso.

Esto incluye la decisión de los progenitores sobre la difusión de imágenes, videos o información de carácter personal por terceros, como centros escolares o clubes deportivos, así como el uso que cada progenitor haga de las imágenes o videos familiares en los que aparezcan sus hijos e hijas, difundidos en sus propias redes sociales.

Gestión adecuada de la imagen y privacidad de hijos e hijas menores

Es fundamental establecer claramente en el plan de parentalidad lo que se permitirá, ya que esto limitará cualquier disputa que pueda surgir entre los progenitores. Algunas de las preguntas que se deben abordar son: ¿se permitirá la difusión de imágenes de los hijos e hijas siempre y cuando las redes sociales de los progenitores sean privadas? ¿Se prohibirá cualquier uso y difusión en cualquier red social, sea o no privada? ¿Se permitirá el uso y la difusión de imágenes en los estados de la aplicación WhatsApp? ¿Se permitirá la creación de un perfil en una red social por parte de los hijos e hijas? ¿A qué edad les comprarán un teléfono móvil?

Fijar estas cuestiones en el plan de parentalidad garantizará que ambas partes estén de acuerdo en cuanto a la gestión de la imagen y privacidad de sus hijos e hijas, y ayudará a evitar malentendidos o conflictos innecesarios en el futuro.

Estas cuestiones son parte del día a día de todas las familias, tanto si están juntas como si están separadas. Por lo tanto, es importante no dejarlas sin tratar en el plan de parentalidad, ya que de lo contrario no se proporcionaría una respuesta adecuada para garantizar el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes.

Por otra parte, aunque estas controversias podrían resolverse a través de un proceso de jurisdicción voluntaria en el que el juzgado autoriza a uno de los progenitores a tomar una decisión sobre la cuestión planteada, abordarlas desde el inicio en el plan de parentalidad evita la judicialización posterior de estas controversias y, por ende, contribuye a mantener la paz familiar al haber sido debatidas y decididas previamente como parte de una parentalidad proactiva.

Sharenting, controversia del menor con sus padres respecto a la difusión de su imagen

En algunos casos, los progenitores pueden tener controversias con sus hijos e hijas sobre la difusión de sus imágenes o videos sin su consentimiento, lo que se conoce como sharenting. Esto incluso podría llevar a que un niño, niña o adolescente solicite la retirada de estas imágenes o el uso de datos personales, en caso de que sus padres no lo hagan, a través de una solicitud judicial que involucraría la intervención del Ministerio Fiscal y la designación de un defensor judicial.

Por lo tanto, es importante utilizar las herramientas disponibles hoy en día para involucrar a los niños, niñas y adolescentes en la educación sobre el uso de las TIC y las redes sociales, incluso en casos de separación de los progenitores. De esta manera, se puede involucrar a los menores en la toma de decisiones y alcanzar un consenso no solo entre los progenitores, sino también entre todos los miembros de la familia.

Aplicaciones para el control parental

Una herramienta útil para garantizar la seguridad en línea de los niños, niñas y adolescentes es el control parental. Actualmente, existen varias aplicaciones y servicios que ofrecen esta opción informática con el fin de proteger a los menores en línea. Estos programas ofrecen varias opciones, como el control del tiempo de uso, los horarios, el acceso a ciertas páginas web, la geolocalización y el registro de actividades o aplicaciones visitadas.

Es importante tener en cuenta la edad y la madurez del menor al establecer las herramientas de control parental. En cualquier caso, estas herramientas solo serán eficaces y útiles si se acuerdan entre los progenitores y se implementan de manera idéntica en ambos hogares.

Pacto familiar para el uso de las TIC y las redes sociales

El «pacto familiar para el uso de las TIC y redes sociales» es otra herramienta que ayuda a establecer reglas claras para el uso de la tecnología y las redes sociales por parte de los menores. El objetivo es acordar normas consensuadas y aceptadas por todos los miembros de la familia, que se aplicarán en los hogares de ambos progenitores.

Esto establece un marco de confianza y compromiso en el núcleo familiar y es un ejemplo claro de ejercicio activo de la parentalidad por parte de los progenitores, al fomentar la comunicación, la confianza y la educación de los hijos e hijas, independientemente de la ruptura, y en un marco importante para la protección de sus datos personales, su imagen y su vida personal.

La responsabilidad parental conlleva la implicación diaria de los progenitores en la vida de sus hijos e hijas, sin importar la distribución de tiempo que tengan con ellos. Las TIC y las redes sociales son una parte integral de la vida de los niños, niñas y adolescentes, y solo un ejercicio responsable y conjunto de la potestad parental permitirá a los progenitores garantizar un uso adecuado y prevenir posibles riesgos.