Consulta Jurídica
Tengo un problema con mi vecino de arriba. Cuando cuelga su ropa, escurre y moja la mía, incluso en alguna ocasión me ha desteñido alguna camisa. Se lo he dicho varias veces, me da la razón dice a todo que sí con una sonrisa. Está un tiempo sin hacerlo, pero tarde o temprano vuelve a las andadas.
Es muy frustrante ¿Qué puedo hacer?
Asistencia Jurídica
Lamentablemente, el caso que usted refiere con su vecino de arriba es más frecuente de lo que parece y constituye una de las expresiones habituales de los roces que perturban las relaciones de buena vecindad.
En realidad no existe precepto alguno que se refiera específicamente al supuesto porque no es posible que el ordenamiento contemple la infinidad de tantos y tantos como él pueden darse en la convivencia ordinaria, no ya sólo en el ámbito de la Propiedad Horizontal sino en cualquier otro.
La ley contiene principios cuyos efectos se proyectan en los preceptos concretos, pero que a su vez deben inspirar las conductas de los ciudadanos en sus relaciones con los demás. Tales principios son de sentido común y se encuentran al alcance de todo aquel que se deje guiar por la buena fe. Uno de ellos es el de no dañar a nadie, que ya expresó el Derecho Romano, sea cual sea la forma en que se manifieste ese daño y la consecuencia que produzca, aún incluso con la extensión tan leve que usted padece.
Pero no obstante esa levedad, la reacción frente a tales perturbaciones menores se torna dificultosa porque no es proporcionado poner un pleito frente a ellas, aparte de las dificultades que entraña su prueba. Por eso su solución se remite al buen sentido de la gente, no sólo de los directamente concernidos sino también de los próximos, cuya intervención mediadora resulta a veces determinante.
Pero también pueden esos casos desencadenar incidencias que desbordan los límites iniciales produciendo enfrentamientos personales y riñas vecinales de las que están plagados los Juzgados de Instrucción.
Como verá, no es preciso acudir al derecho para encontrar la respuesta al problema que usted plantea, pues se limita a una simple cuestión práctica que con un poco de buena voluntad debiera resolverse.
Pero tampoco es un problema comunitario propiamente dicho porque dentro de su ámbito solamente se encuentran intereses individuales. A pesar de lo cual, no le será difícil encontrar entre sus vecinos uno de esos que antes se llamaban «hombres buenos», que hagan valer sus buenos oficios mediando entre ustedes para que alcancen cualquiera de las soluciones que sirven a la mayoría de los ciudadanos pues todos se enfrentan a situaciones similares que sin embargo han resuelto amistosamente.
