«Durante nuestro matrimonio, mi ex pareja y yo vivimos en una casa que estaba únicamente a su nombre. Sin embargo, yo contribuí durante años al pago de la hipoteca, además de hacerme cargo de gastos de mantenimiento, reformas y otros pagos relacionados con la vivienda. Ahora que nos hemos divorciado, mi ex se ha quedado con la casa y, aunque yo no figuro como propietario, siento que he invertido una gran cantidad de dinero en esa propiedad sin recibir nada a cambio.
Quiero saber si tengo derecho a reclamar una compensación económica por lo que pagué o si simplemente he perdido ese dinero. ¿Hay alguna vía legal para exigir el reembolso de las cantidades que aporté a la hipoteca y al mantenimiento del inmueble? ¿Cómo puedo demostrar mi contribución?»
Respuesta del abogado: La jurisprudencia ha avalado estas reclamaciones cuando se logra probar el sacrificio económico de uno de los cónyuges y el beneficio injusto del otro
Muchas personas se encuentran en la misma circunstancia, habiendo invertido dinero en una vivienda que, al final, queda en manos del otro cónyuge, generando una sensación de injusticia. No todo está perdido. Existen mecanismos legales que podrían permitirte recuperar parte de lo aportado, siempre y cuando se logre demostrar tu contribución y el beneficio obtenido por la otra parte.
Lo primero que debemos analizar es el régimen económico bajo el cual estuviste casado. Si el matrimonio se encontraba bajo el régimen de gananciales, cualquier cantidad abonada con dinero ganancial podría dar lugar a un derecho de reembolso, ya que el artículo 1358 del Código Civil establece que si un bien privativo de uno de los cónyuges se ha pagado, total o parcialmente, con dinero ganancial, el cónyuge que realizó los pagos tiene derecho a una compensación.
Sin embargo, si el matrimonio estaba bajo separación de bienes, la reclamación se torna más compleja. En este caso, el otro cónyuge podría alegar que los pagos realizados fueron voluntarios y que no existía una obligación legal de contribuir a la hipoteca de un bien que no era de propiedad común. No obstante, existen sentencias en las que se ha reconocido el derecho de reembolso cuando se demuestra que hubo un desequilibrio económico injustificado en favor del propietario del inmueble.
Jurisprudencia relevante
Uno de los precedentes más importantes en este tipo de casos es la Sentencia del Tribunal Supremo de 26 de marzo de 2015, en la que se reconoce el derecho de reembolso de un cónyuge que, estando casado en separación de bienes, contribuyó al pago de la hipoteca de un inmueble privativo de su pareja. En esta sentencia, el Tribunal estableció que la convivencia y el reparto de gastos no pueden justificar que uno de los cónyuges asuma unilateralmente una carga que beneficia exclusivamente al otro.
Asimismo, la Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de diciembre de 2019 reitera este criterio y establece que la contribución a la hipoteca puede dar lugar a una compensación si se demuestra que hubo un sacrificio económico significativo por parte del cónyuge no propietario y que el otro se benefició injustamente de su aportación. El Tribunal destacó que la carga de la prueba recae en quien reclama la compensación, por lo que es fundamental presentar pruebas documentales de los pagos efectuados.
¿Qué pruebas necesitas para reclamar la compensación?
- Movimientos bancarios y justificantes de pago: Cualquier extracto bancario que refleje que el dinero salió de una cuenta de tu titularidad o conjunta con el propósito de abonar la hipoteca.
- Testimonios de testigos: Si hubo acuerdos verbales sobre la contribución a la hipoteca, pueden ser relevantes los testimonios de amigos o familiares que puedan acreditar dicho acuerdo.
- Facturas y contratos de reformas o mejoras en la vivienda: Si además de pagar la hipoteca realizaste mejoras estructurales en la casa, esas inversiones también podrían reclamarse.
- Cualquier otro documento que demuestre que la contribución no era voluntaria, sino una carga asumida de manera implícita o explícita dentro de la relación matrimonial.
¿Cómo iniciar la reclamación?
El primer paso es intentar un acuerdo amistoso con tu ex pareja. En algunos casos, un reconocimiento de la deuda puede evitar un proceso judicial largo y costoso. Si no se logra un acuerdo, se puede presentar una demanda por enriquecimiento injusto, argumentando que tu ex pareja se ha beneficiado económicamente de una aportación que no le correspondía y que ha generado un perjuicio para ti.
También puedes solicitar una compensación económica en el proceso de liquidación de bienes, si es que aún no se ha finalizado. En este caso, el juez puede determinar que las cantidades abonadas deben considerarse en el reparto de los bienes conyugales.