Elevar el SMI implica tener que subir las cotizaciones hasta el el 46% perjudicando a los trabajadores menos cualificados
En pleno debate político sobre la conveniencia de nuevas subidas del SMI promovidas desde el ejecutivo para 2023, La Confederación Española de la Pequeña y de la mediana Empresa (CEPYME), advierte de un dato preocupante. Las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) aprobadas por el Gobierno desde 2018 han provocado la desaparición de un total de 217.500 empleos, según un estudio que ha realizado.
Un incremento del 35,9 desde el año 2018
A menudo desde el gobierno se obvia, por mera negligencia, y primando intereses electoralistas, el daño que produce al tejido empresarial de nuestro país, elevar el salario mínimo sin un análisis previo de su impacto en las PYMES. No olvidemos que en España, las pymes suponen el 99,8% de las empresas, representan poco más del 62% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 66% del empleo empresarial total.
Además, una gran parte de dichas PYMES pertenecen al sector primario y terciario (agricultura y hostelería), donde, actualmente, con el encarecimiento de materias primas, los márgenes de beneficios son exiguos -especialmente en el primero- y para el empleador afrontar el coste de empresa y cotizaciones tras el incremento, supera con mucho el umbral de viabilidad de negocio.
En concreto, el alza del 35,9% del salario mínimo, desde los 735,9 euros mensuales en 2018 a los 1.000 euros actuales, ha generado la destrucción de 71.600 puestos de trabajo y ha evitado la creación de 145.900 empleos.
A tanto alzado, y en números gruesos, recordemos que el coste de empresa supone en torno al 30% del salario bruto, lo que implica que para 1.046 euros que se está planteando de SMI para 2023, el empleador tendría que afrontar un coste por trabajador de 1313,8 € mensuales, en 14 pagas. Inasumible en muchos casos, y que irremediablemente ha de derivar en un freno a la contratación, o en la proliferación de la economía sumergida.
CEPYME advierte de las consecuencias para el tejido empresarial
Ante estos datos, CEPYME advierte de las nocivas consecuencias para el tejido empresarial, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, de volver a subir el SMI al 60%, especialmente en un contexto en el que los costes de las empresas llevan subiendo varios trimestres consecutivos por encima del 20%, mientras que las ventas se desaceleran.
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa insiste en que elevar el SMI conlleva una nueva subida de cotizaciones y recuerda que, desde 2018, las bases mínimas de cotización han subido cerca de un 40%. Y con la nueva subida del SMI sumarán un incremento del 46% desde ese año.
Fuente: CEPYME